Cronología del Terror (de Walpole a King)
El Terror es uno de los géneros literarios de mayor expresión a lo largo del tiempo, y si bien sus maestros son reconocidos con facilidad, a veces ignoramos la gran cantidad de autores de renombre que fundaron las bases de tan sublime arte. Las generaciones de escritores de terror difieren bastante por centurias (no es lo mismo el terror de Lewis que el de Lovecraft), aunque también hay increíble similitud de estilo en tiempos muy distantes (el terror de Shelley y de Stoker); pero quizá podamos guiarnos mejor en esta línea de tiempo si en lugar de enfocarnos en autores nos movemos por generaciones, sirviendo también al propósito de no ignorar a los no mencionados, que de antemano nos disculpamos si no los incluimos.
Generación XVII-XVIII
Los primeros rastros del Terror como género bien diferenciado en la literatura datan de inicios del siglo XVIII. Querido lector, estamos seguros que si a usted no le es reconocido el género, quizá ningún autor de esta centuria le suene en el recuerdo, pero haremos el intento de que los relacione con quienes inspiraron después.
Es en estos tiempos donde se sientan las bases de lo que sería conocido como el Género Gótico, un estilo de literatura basado en tiempos del medioevo, con la oscuridad y el temor de Dios como protagonistas, así como el surgimiento del Terror Sobrenatural. Tenemos grandes maestros de la literatura como Horace Walpole (El Castillo de Otranto) y Ann Radcliffe (Los Misterios de Udolfo); ambos fundadores de este estilo sobrenatural que conjuntaba realismo e historia, y que fueron inspiración para los escritores de la centuria próxima.
También hayamos un estilo de terror particular, que más que una fantasía, se vuelve una sátira contra la sociedad monárquica y los crímenes hipócritas de la Inquisición. Maestros de este estilo encontramos a William Godwin (Padre de Mary Shelley y autor de gran variedad de obras de corte político) y Matthew Gregory Lewis (El Monje, considerada la mejor novela gótica de todos los tiempos).
Es en este periodo donde nacen las bases de la oscuridad y la naturaleza humana como tema del estilo gótico, y aunque se abre el tema sobrenatural, no se explota como lo haría en el siguiente periodo. Si usted, amado lector, desea comprender las bases que inspiraron a maestros como Bram Stocker o Mary Shelley, debe tener en su repertorio literario las obras Los Misterios de Udolfo, El Monje, El Castillo de Otranto y Mandeville.
Generación XVIII-XIX
Esta sería la generación que marcaría el inicio del Terror como tal, tanto el sobrenatural como el psicológico, y las bases del suspenso.
Es justo empezar esta centuria con la que termina la anterior: Mary Shelley. La mujer símbolo de la lucha feminista y de la literatura tanto sobrenatural como de ciencia ficción. Shelley, si bien no fue una escritora frecuente, sus pocas obras supieron inspirar a toda una generación venidera. Entre sus escritos señalamos los dos que quizá usted lector conoce bien: Frankenstein, y El último hombre; ambas obras íconos del Terror Gótico y la Fantasía Apocalíptica.
Pero si bien Shelley fue el punto de inflexión entre el estilo literario previo y posterior, fueron otros escritores que le siguieron quienes fundarían el Terror como género definido.
Es aquí donde entramos con el maestro del Terror de Suspenso, el Psicológico, el Thriller, la Psicosis; aquel hombre que supo tomar la poesía y convertirla en prosa delicada y exquisita, el misterio de la muerte y la voz en la mente, Edgar Allan Poe.
Poe sería quien fundaría el Terror como tal, pues su técnica, lejos de tratar de presentar una enseñanza como varios de sus predecesores, o ser una crítica específica, relataba los terrores internos del hombre y los volvía contra sí. Poe es en extremo diferente a la generación anterior, e incluso un parteaguas entre Shelley y los siguientes, pues hasta entonces el miedo era inspirado por criaturas grotescas o enemigos humanos en masa histérica, pero jamás por la voz interna, por la locura. Además, Poe fundaría el estilo de Suspense, donde el lector recibiría a cuenta gotas la trama hasta entrever el destino del protagonista.
Obras del maestro que estamos seguro le inspirarán en estas fechas son: Caída de la casa Usher, Entierro Anticipado, El Gato Negro, El Cuervo, y El Pozo y el Péndulo.
Si bien es cierto que Shelley y Poe fueron las estrellas de la centuria, otros autores merecen su lugar entre estos dos grandes. Arthur Machen, Guy de Maupassant, Henry James, Hope Hodgson, e incluso me atrevo a mencionar al mal llamado autor de “niños”, Hans Christian Andersen, son otros nombres que el estimado lector deberá buscar en su repertorio de terror.
Generación XIX-XX
Es en este periodo donde el Terror tiene una escasa presencia de autores, sin embargo también es aquí donde nacen dos íconos representativos con sus respectivos sub-géneros: Bram Stoker y Howard Phillips Lovecraft.
Bram Stoker, si bien hay quienes lo incluyen en el periodo previo por su similitud con la fantasía de Shelley, basta leer y comparar sus obras para entender que solo se asemejan en lo Sobrenatural. Stoker supo utilizar las bases de prosa y suspenso que Shelley poco o nada usó, estilos que tuvieron que definirse con Poe (del cual Stoker fue contemporáneo). Su obra de mayor reconocimiento, Drácula, es una excelente muestra de ello, pues mientras que Shelley nos muestra al monstruo de Frankenstein de primera plana y en la cara, Stoker prefiere mostrar al Conde como un susurro y un acecho de los protagonistas, incluso cambiando los papeles que Shelley difiere muy bien, como el humano siendo el verdadero enemigo y el monstruo el incomprendido, cosa que no le parece al padre del vampiro.
Sin embargo hay que conocer bien la obra del maestro Stocker. El Misterio del Mar, y El Paso de la Serpiente, son otras obras que el lector disfrutará de tan sublime pluma.
Y ahora dedicamos redoble de tambores a alguien que supo bien romper los esquemas de prosa, y explotar la imaginación al máximo potencial. El siguiente autor es reconocido por fundar el Terror Cósmico y Grotesco, un género que difiere en extremo del sobrenatural y el suspenso, un estilo que niega la prosa poética de todos sus predecesores, pero las suple con un esquema creativo que solo un psicópata trastornado podría igualar: Howard Phillips Lovecraft.
El maestro Lovecraft se vuelve un símbolo de la centuria cuando niega el arte literario de la poesía, regresando a un estilo de literatura de hacía dos siglos previos. Algunos pensarán que su insulsa técnica de escritura ameritaría una patada en la bolsa de la entrepierna, pero lo que le falta al señor en respeto y tradición, lo compensa con mundos sublimes y bestias de escala divina.
Lovecraft funda un estilo literario que exprime la imaginación a su máximo potencial, algo que solo se había visto previamente en la Fantasía. Al aplicar tal creatividad al Terror, crea un género único que aún hoy en día pocos se atreven a adentrar, siendo su universo uno de los más explotados por escritores ajenos a su pluma, pero cercanos a su círculo. Obras de este gran maestro que estamos seguros ya conocen pero releerán en estas fechas, son La Llamada de Cthulhu, y Necronomicón (este último con una gran historia de fondo que luego trataremos a detalle).
Con esto cerramos un periodo de la historia único, que aunque pocos autores pudimos encontrar, los dos más emblemáticos nos deleitaron con sus obras de oscuridad.
Contemporánea
La Literatura de Terror está viviendo mientras lee esto, un Boom Comercial que no se veía en bastante tiempo. Es aquí donde encontramos a nuestros contemporáneos, señores que en este preciso instante siguen meneando la pluma ante el libro, o danzando los dedos sobre el teclado, señores como Stephen King, o Robert Lawrence Stine.
Empecemos por aquel que pocos lectores de habla hispana conocen. Robert L. Stine es un maestro del terror sobrenatural, con una técnica literaria extraída de Lovecraft (o de ningún autor realmente), haciendo gala de una simpleza que permite la lectura de los más jóvenes; usando bases del terror gótico de Shelley y Stoker, que cualquiera que haya leído sus libros sabrá que es muy fácil de denotar. El estilo de Stine, tanto en la redacción de cuento o novela corta, como en la trama directa (con bastantes giros pero aún directa), lo vuelven un referente para los que apenas desean ingresar a este género tan sublime.
Ahora, buen lector, seamos sinceros y digamos que usted conoce al señor Stine fuera de su serie televisiva y de la película de reciente estreno (donde hace un cameo exquisito), y repasemos las librerías tanto de su hogar como comercial; se dará cuenta de que el señor Stine poco se le conoce fuera de los países Europeos y Norteamericanos, pues poco esfuerzo se le ha dado en traducir sus obras. Sin embargo debemos reconocer, que a pesar de no ser tan difundido en nuestros países, el señor Stine es un maestro tanto de la pluma como del mercado, pues sabe posicionarse dentro de los mejores cuentistas contemporáneos a escala global.
Sus mejores obras se encuentran en un recopilado llamado Goosebumps (sí, igual que la serie televisiva, es la misma).
Ahora demos paso al indiscutible señor del Terror Contemporáneo. Mientras Stine tiene mayor relación con Shelley y Stoker, King es mucho más cercano a Poe y Lovecraft. Ambos difieren en extremo de estilo, siendo King una literatura más adulta tanto por la prosa de descriptiva extensa, como por los temas de naturaleza humana, terror cósmico y psicológico.
Stephen King, y eso nadie lo va a negar, es un genuino maestro del escalofrío y el suspenso. El escritor supo tomar lo mejor de los escritores del siglo anterior, y convertirlo en una amalgama exquisita de terror infernal y psicótico que pocos o ninguno antes de él lograron conseguir.
Además, King posee una imaginación inagotable en apariencia, pues sus libros jamás tratan temas similares o repetitivos (al contrario de varios escritores actuales que solo buscan ventas), y podemos asegurarle amado lector, que no encontrará dos obras iguales.
Entre sus mejores obras (a consideración de este noble escritor), encontraremos It (ESO), Apocalipsis (la cual también posee una historia muy interesante de trasfondo), La Zona Muerta, El Resplandor, La Mitad Oscura y Bajo el Domo.
Espero que a usted, amado lector, le haya gustado este hermoso recopilado temporal de los maestros de Terror hasta nuestros tiempos. El género ha sabido pulirse con cada pluma en su mano, y cada generación nos enseña una mayor maestría que la previa. Esperamos que algún día nosotros podamos pertenecer a esta lista, y compartir asiento con los más grandes señores y señoras que la locura, la muerte y la oscuridad nos pueda ofrecer.
Disculpas especiales si nos ha faltado algún maestro. Además, aquí son nombrados los escritores de terror “occidentales”, pues faltarían otros maestros como Junji Ito, o Koji Suzuki.
